La sonrisa de la patata
¿Cuál es la alegría que evoca una patata frente al lente de la cámara?
Debo admitir que la primera vez que lo escuché salí sonriendo en la fotografía por el simple hecho de escuchar la expresión. Sin embargo, luego lo encontré interesante e incluso bastante rebuscado. Y es que para mí la palabra "patata" ni siquiera termina con una gesticulacion que nos obligue a sonreir.. Después pensé que esas risitas forzadas deben nacer de la abundacia alimenticia de sus hogares y alacenas, no crean que en mí país no hay patatas, es más, hay tantas que a veces hasta las pasamos como desapercibidas y sin fines fotográficos En fin.
Ahora también debo confesar lo interesante de la cultura latina, siempre ligada a la fiesta, rumba y al exceso de licor; bastante estereotipo que de vez en cuando acierta.
Nosotros antes de la foto nos acomodamos, ponemos nuestro mejor perfil y "¡¡whisky!!". La sonrisa de la picardía alcóholica nos conmueve, nos une y nos hermana.
No vayan ustedes a pensar que somos afiliados a algún tipo de asociación `pro-licor´sino que para que negar lo evidente? Nos encanta la farra y el doble sentido. No es por nada que se ha hablado de la sal quiteña.. que tampoco es parte de condimentos sino de la forma elocuente, graciosa e inteligente para elaborar chistes y coplas.
Claro que esto también es un fenómeno reciente. Y es que antes del click también viene el fotógrafo a pedirnos "que miremos el pajarito" y digamos "cheese". Demasiado anglosajón para algunos gustos.
Reinvindico esta vez el poder del whisky, el buen trago así como el fútbol, une a las masas, amo las sonrisas sinceras, esas sin poses que no necesitan obligación. Amo a la gente cálida, sin frialdad ni estereotipos marcados, aquellas que aceptan y sonrien sin conformismo sino con entendimiento. Interesante la cultura de la patata, pero en realidad me conformo con que sólo venga en la tortilla y nada más.
Debo admitir que la primera vez que lo escuché salí sonriendo en la fotografía por el simple hecho de escuchar la expresión. Sin embargo, luego lo encontré interesante e incluso bastante rebuscado. Y es que para mí la palabra "patata" ni siquiera termina con una gesticulacion que nos obligue a sonreir.. Después pensé que esas risitas forzadas deben nacer de la abundacia alimenticia de sus hogares y alacenas, no crean que en mí país no hay patatas, es más, hay tantas que a veces hasta las pasamos como desapercibidas y sin fines fotográficos En fin.
Ahora también debo confesar lo interesante de la cultura latina, siempre ligada a la fiesta, rumba y al exceso de licor; bastante estereotipo que de vez en cuando acierta.
Nosotros antes de la foto nos acomodamos, ponemos nuestro mejor perfil y "¡¡whisky!!". La sonrisa de la picardía alcóholica nos conmueve, nos une y nos hermana.
No vayan ustedes a pensar que somos afiliados a algún tipo de asociación `pro-licor´sino que para que negar lo evidente? Nos encanta la farra y el doble sentido. No es por nada que se ha hablado de la sal quiteña.. que tampoco es parte de condimentos sino de la forma elocuente, graciosa e inteligente para elaborar chistes y coplas.
Claro que esto también es un fenómeno reciente. Y es que antes del click también viene el fotógrafo a pedirnos "que miremos el pajarito" y digamos "cheese". Demasiado anglosajón para algunos gustos.
Reinvindico esta vez el poder del whisky, el buen trago así como el fútbol, une a las masas, amo las sonrisas sinceras, esas sin poses que no necesitan obligación. Amo a la gente cálida, sin frialdad ni estereotipos marcados, aquellas que aceptan y sonrien sin conformismo sino con entendimiento. Interesante la cultura de la patata, pero en realidad me conformo con que sólo venga en la tortilla y nada más.
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