Ligia Moreira Burgos: “Agradezco por no haber dejado mi sueño y por no haberme rendido”

Por: María José Troya C.
Fotografías: Boris Andrade.

Es la capitana de la selección femenina de fútbol del Ecuador y está lista para demostrar que, cuando un sueño es trabajado con constancia y sin prejuicios, es inevitable que se vuelva realidad.
En junio de este año, el país verá brillar nuevamente en canchas extranjeras…



Ligia nació con la pasión y el talento de saber patear un balón.
Su historia, como la de muchas otras chicas en el rubro del fútbol femenino, ha estado marcada por la sorpresa y la resistencia familiar, por los estereotipos dictaminados por la sociedad frente a este deporte y las mujeres, pero también su vida se ha llenado con satisfacciones inesperadas, con las alegrías que dan los trabajos hechos con tesón y, hoy por hoy, tiene el apoyo de todo un país que ve, en ella y en su equipo, un futuro exitoso para el balompié femenino del Ecuador.
Nació hace 23 años en Santa María, una pequeña ciudad que es disputada por la provincia del Guayas y de Manabí. Sin embargo, Gigi –como la conocen sus amigos y familiares– se considera manaba. Tiene cuatro hermanos (tres mujeres y un hombre). Se educó en un colegio mixto, y recuerda que si bien desde siempre le gustó el fútbol, fue a los doce años que se involucró más en este deporte: “jugaba con los chicos de mi colegio en los recreos, me desenvolvía súper bien con el balón; era algo evidente…” Fue así como a los 14 años ya fue parte de la selección de Los Ríos; y en ese mismo año, fue convocada a la Selección Nacional. Un logro importante, tomando en cuenta el entorno que la rodeaba…
Sin embargo, en el círculo familiar las cosas fueron un poco más complicadas: “al principio, a mis padres les costó aceptar que yo amaba el fútbol. Se dejaban llevar por la familia y por la sociedad que dicen que las mujeres no están hechas para esto. Me ponían trabas; yo las superaba. Y, conforme pasaba el tiempo, yo seguía avanzando y ya no había manera de quitarme esto. Cumplí mi sueño: llegué a la Selección.”


¿A tu papá tampoco le gustaba que juegues fútbol?
Él creo que siempre me apoyó más, ahora está obviamente fascinado con mis logros y también porque él es un amante de este deporte. Pero hay algo que me ha emocionado recientemente: antes mi mami me decía que piense primero en mis estudios formales, pero hace unos días me dijo que ya no quiere que deje el fútbol. Si bien ya es hace mucho tiempo que tengo su apoyo, es la primera vez que tenemos esa conversación y ha sido lo mejor que he escuchado. Me alegró el corazón.

Pero su familia y sus amigos no son los únicos que valoran su tenacidad. La reconocida marca adidas ha apoyado su carrera y le ha brindado un importante auspicio con la dotación de implementos deportivos de última tecnología como climachill –(aseguran un desempeño óptimo frente al calor). “Tener este tipo de incentivos me anima porque hay un trabajo que empieza a ser visible y eso también es una catapulta necesaria…”
Y es que Gigi conoce bien la realidad de este deporte: tiene fecha de vencimiento. Y por eso también ha volcado sus esfuerzos a construir una profesión que le permita seguir adelante cuando ya no esté activa en las canchas. Ella estudia periodismo en la Universidad Católica de Guayaquil, ciudad en la que reside actualmente. “Me falta solo un año, pero retomaré los estudios cuando el Mundial termine.”

¿Cómo fue el momento en que supiste que iban al Mundial femenino?
Fue una sensación indescriptible. Es por lo que he luchado todo este tiempo. Siempre soñé con llegar a un Mundial y sé lo maravilloso que es y eso que ¡aún no estoy ahí!. Además, es un paso enorme para el país; una oportunidad que se debe aprovechar adecuadamente. Sentí una emoción enorme, agradecí por no haber dejado mi sueño, por no haberme rendido.

¿Hay muchas chicas que no lo lograron?
¡Claro! Algunas por falta de apoyo, de motivación, otras por lesiones, otras tantas por la edad… son tantos factores lo que influyen que por eso agradezco y sigo trabajando duro por lo que quiero.

“Falta mucho aún por hacer, pero se ha avanzado mucho en tres años. Significa que ya se dan cuenta que hay que empezar a apostarle a la participación femenina…”




¿No sientes miedo a que la fecha de caducidad de este deporte sea tan temprana?
Sí, sobre todo para las mujeres que incluso es antes que para los hombres. A los 30 años ya será más complicado y por eso estudio para seguir involucrada, pero desde otro lugar. Además, porque lastimosamente aún no se puede vivir de este deporte. Me gustaría hacer periodismo deportivo para televisión o para radio; me gusta la acción (risas).

De los futbolistas nacionales, ¿a quién admiras?
A Edwin Tenorio desde siempre y ahora también a Christian Noboa. Creo que ambos hubieran sido la dupla perfecta en el medio campo.

¿A quién te gustaría enfrentarte?

Tengo ilusión de jugar contra la selección de EE.UU. Para mi, esas chicas son las mejores del mundo y, de alguna forma, medirme contra ellas sería un orgullo.


"Se necesita que sigan formando más escuelas para niñas para practicar este deporte, así también es fundamental que el fútbol sea profesionalizado para dedicarse de lleno a esta actividad."



Esta entrevista fue publicada antes del Campeonato Mundial de Fútbol Femenino en la Revista Detalles de junio 2015.

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